Mediante
ella se acusa a 72 estudiantes de la Universidad por daños al
patrimonio público y desobediencia. Los compañeros fueron detenidos
durante la violenta represión ejecutada por la Tropa de Choque de la
Policía Militar,
para derrotar la ocupación al rectorado que protagonizaba el movimiento
estudiantil.
A
la vez, repudiamos las declaraciones de la autora de la denuncia,
Eliana Passarelli, que acusa a los estudiantes de “bandidos” y
“criminales”. La intención de criminalizar a esos estudiantes es un
ataque al movimiento estudiantil y a todos los movimientos sociales en
Brasil. Se trata, entonces, de un cercenamiento del derecho democrático a
la libre expresión, manifestación y organización política e ideológica.
¡Luchar por la democracia en la universidad no es un crimen!
Saludos

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